sábado, 3 de enero de 2009

Se le llama troyano (o caballo de Troya, traducción fiel del inglés Trojan horse aunque no tan utilizada) a un programa malicioso capaz de alojarse en computadoras y permitir el acceso a usuarios externos, a través de una red local o de Internet, con el fin de recabar información o controlar remotamente a la máquina anfitriona.
Un troyano no es en sí un virus, aún cuando teóricamente pueda ser distribuido y funcionar como tal. La diferencia fundamental entre un troyano y un virus consiste en su finalidad. Para que un programa sea un "troyano" sólo tiene que acceder y controlar la máquina anfitriona sin ser advertido, normalmente bajo una apariencia inocua. Al contrario que un virus, que es un huésped destructivo, el troyano no necesariamente provoca daños porque no es su objetivo.
Suele ser un programa alojado dentro de una aplicación, una imagen, un archivo de música u otro elemento de apariencia inocente, que se instala en el sistema al ejecutar el archivo que lo contiene. Una vez instalado parece realizar una función útil (aunque cierto tipo de troyanos permanecen ocultos y por tal motivo los antivirus o anti troyanos no los eliminan) pero internamente realiza otras tareas de las que el usuario no es consciente, de igual forma que el Caballo de Troya que los griegos regalaron a los troyanos.
Habitualmente se utiliza para espiar, usando la técnica para instalar un software de acceso remoto que permite monitorizar lo que el usuario legítimo de la computadora hace (en este caso el troyano es un spyware o programa espía) y, por ejemplo, capturar las pulsaciones del teclado con el fin de obtener contraseñas (cuando un troyano hace esto se le cataloga de keylogger u otra información sensible.
La mejor defensa contra los troyanos es no ejecutar nada de lo cual se desconozca el origen y mantener software antivirus actualizado y dotado de buena heurística; es recomendable también instalar algún software anti troyano, de los cuales existen versiones gratis aunque muchas de ellas constituyen a su vez un troyano. Otra solución bastante eficaz contra los troyanos es tener instalado un firewall.
Otra manera de detectarlos es inspeccionando frecuentemente la lista de procesos activos en memoria en busca de elementos extraños, vigilar accesos a disco innecesarios, etc.
Lo peor de todo es que últimamente los troyanos están siendo diseñados de tal manera que, es imposible poder detectarlos excepto por programas que a su vez contienen otro tipo de troyano, inclusive y aunque no confirmado, existen troyanos dentro de los programas para poder saber cual es el tipo de uso que se les da y poder sacar mejores herramientas al mercado llamados también "troyanos sociales"
Los troyanos están actualmente ilegalizados, pero hay muchos crackers que lo utilizan.

Formas de infectarse con troyanos

La mayoría de infecciones con troyanos ocurren cuando se engaña al usuario para ejecutar un programa infectado – por ello se avisa de no abrir datos adjuntos de correos electrónicos desconocidos -. El programa es normalmente una animación interesante o una foto llamativa, pero tras la escena, el troyano infecta la computadora una vez abierta, mientras el usuario lo desconoce totalmente. El programa infectado no tiene por qué llegar exclusivamente en forma de e-mail. Puede ser enviado en forma de mensaje instantáneo, descargado de una página de internet o un sitio FTP, o incluso estar incluído en un CD o un diskette (La infección por vía física es poco común, pero de ser un objetivo específico de un ataque, sería una forma sencilla de infectar tu sistema) Es más, un programa infectado puede venir de alguien que utiliza tu equipo y lo carga manualmente. Las probabilidades de recibir un virus de este tipo por medio de mensajería instantánea son mínimas, y normalmente, como se ha dicho, el modo más común de infectarse es por medio de una descarga.
Por medio de sitios web: Tu ordenador puede infectarse mediante visitas a sitios web poco confiables.
Correo electrónico: Si usas Microsoft Outlook, eres vulnerable a la mayoría de problemas de protección contra programas de este tipo que tiene Internet Explorer, incluso si no usas IE directamente.
Puertos abiertos: Los ordenadores que ejecutan sus propios servidores (HTTP, FTP, o SMTP, por ejemplo), permitiendo la compartición de archivos de Windows, o ejecutando programas con capacidad para compartir archivos, como los de mensajería instantánea (AOL's AIM, MSN Messenger, etc.) pueden tener vulnerabilidades similares a las descritas anteriormente. Estos programas y servicios suelen abrir algún puerto de red proporcionando a los atacantes modos de interacción con estos programas mediantes ellos desde cualquier lugar. Este tipo de vulnerabilidades que permiten la entrada remota no autorizada a los sistemas se encuentran regularmente en muchos programas, de modo que estos deberían evitarse en lo posible o asegurarse de que se ha protegido el equipo mediante software de seguridad.
Se pueden usar un determinado tipo de programas llamados cortafuegos para controlar y limitar el acceso a los puertos abiertos en un equipo. Los cortafuegos se utilizan ampliamente y ayudan a mitigar los problemas de entrada remota de troyanos por medio de puertos de red abiertos, pero en cualquier caso no existe ninguna solución perfecta e impenetrable.
Algunos troyanos modernos se distribuyen por medio de mensajes. Se presentan al usuario como mensajes de aspecto realmente importante o avisos críticos del sistema, pero contienen troyanos, en los que el archivo ejecutable es el mismo o aparenta ser el propio sistema operativo, ayudando a su camuflaje. Algunos procesos de este tipo son:
Svchost32.exe
Svhost.exe
back.exe
http://es.wikipedia.org/wiki/Caballo_de_Troya_(inform%C3%A1tica)#Formas_de_infectarse_con_troyanos

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